600 bueyes abandonados y enfermos

Susana Martín - León Actualizado jueves 25/11/2010 09:01 horas

"Están por todas partes, se mezclan con nuestras ganaderías y no podemos hacer nada salvo rezar para que las enfermas no contagien a nuestras reses". Hablan vecinos de Sabugo, de El Castillo, Villanueva de Omaña, Omañón, Montrondo. Hablan con temor: "No queremos más problemas, que esa gente tiene mucho poder y nosotros nos conformamos con malvivir como hasta ahora", dice un ganadero, "pero que no nos hundan". No quieren ver sus nombres en los papeles porque "para qué".

No tienen miedo a las reses semisalvajes –unas 600, calculan– que pastan a su suerte por los montes y prados de la zona y que se alejan cuando alguien intenta acercarse, bueyes negros que pastan a su libre albedrío, sin control, y que a menudo vagan por las noches por las calles de sus pueblos.

Son bueyes de raza sayaguesa que pertenecen a la empresa El Mular SL, destinada a la producción de carne de alta calidad y la recuperación de la raza sayaguesa. Este mes, la firma ha presentado un concurso voluntario de acreedores: los 14 empleados que antes iban en quads ahora no cobran, las reses vagan descontroladas, los vecinos critican que aunque muchas han dado positivo en tuberculosis y brucelosis, nadie las controla como es debido, ni pasan el obligatorio saneamiento. "Si me pasa a mí, me hunden, pero a ellos les dejan mover las vacas alegremente... Esto parece Chinatown".

Temor: Hablan con temor los vecinos. "Es miedo a los poderosos". Llaman 'los poderosos' a una gente que llegó a la zona hace unos años, compró tierras, compró ganado, bueyes, caballos, ovejas y tractores, arrendó pastos desorbitados y "se hizo con todo". "No somos a vivir nosotros, imagínate cómo ha sido esto con tantos fantásticos", lamenta un ganadero de la zona.

Nadie sabe explicar por qué una empresa de construcción catalana –Corporación Acycsa SL– se interesó en esta comarca leonesa hace unos años, ni por qué montaron en 2001 una empresa "a todo lujo" y anunciaron a bombo y platillo en la prensa que salvarían la raza sayaguesa –reses controladas por GPS– y comercializarían carne delicatessen... "No producimos carne. Cuidamos vacas y bueyes para obtener un resultado saludable, dietético, natural, garantizado, suculento", reza aún en la web de El Mular SL, con sede social primero en Barcelona y después en Villablino.

Pero aquellas intenciones distan mucho de la realidad: las deudas se acumulan y la empresa ha entrado en concurso voluntario de acreedores. "Los trabajadores ya no cobran, ¿quién alimentará a los animales cuando llegue el invierno?", se cuestiona un ganadero que dice que la situación se veía venir: tantos sueldos, el camión, los tractores, el forraje ecológico, una minirretro, el arrendamiento de pastos a precios muy por encima de lo que pagan otros.

Consecuencias: Mayor problema que la quiebra de esta empresa serán las consecuencias que traiga para los demás ganaderos el descontrol de un ganado del que ya nadie parece ocuparse, coinciden varios vecinos en destacar. "Las reses enfermas no están inmovilizadas, no sé por qué si esta situación la denunciamos hace casi dos años en una reunión con el responsable de Ganadería de la delegación de la Junta en León, Fidentino Reyero", lamenta el propietario de un centenar de vacas de leche y carne.

Felipe Almarza cría yeguas en la zona y no tiene miedo a hablar, aunque entiende a los vecinos que prefieren no salir en la foto. Tiene en total unas 24 cabezas que pastan cerca de su casa, en Sabugo. Calcula que sus yeguas hispanobretonas han perdido unos 100 de los 600 kilos que pesan en los últimos tiempos: "No hay pasto para todos, y esta gente al tener todo el ganado libre va a su aire y se come todo lo bueno".

No comprende Almarza qué sentido tiene el proyecto de una empresa como El Mular, que en estos años apenas ha vendido animales: "No puede ser viable, destetan las reses a los 6 meses, los castran a los 4 años y dicen que el punto óptimo de calidad de la carne es cuando alcanzan los diez o doce años", explica, "¿cómo se explican tantos cuidados por un valor por buey que no supera los 2.500 euros?".