Aquí me tenéis.
En las primeras horas del nuevo día, una estancia solitaria y en soledad, en
una aséptica sala de estar, donde la lluvia tamborilea sobre los cristales de
la galería, donde, enfermos y familiares recrean sus estancias para embeberse
de los timidos rayos del sol.
La
imagen de Los Aquilianos, recortados en lejanía. Bajo ellos, lomas redondeadas
y crestones alternándose con vaguadas. Hasta ellos llegan escondiéndose viejos
lugares y …, algún otro pueblo que gime en abandono por sus lares. Pueblos
abandonados y recuperados, tachonando viejos recovecos montañeros de los valles
del Oza, del Silencio, de La Chana, Villavieja, Ferradillo, como los de Bouzas,
de San Cristobal, de Compludo y aquellos otros de las lindes del Meruelo.
Hoy,
como otros días, antes, el paraje del atardecer se oscureció con nubes
amenazadoras. Preñadas de agua fría, asentándose por Ferradillo hacia el Oza
tomando aposento por San Adrián con dirección a Villanueva, rebasando la cresta
para invadir Montes y Peñalba, arribando hacia Bouzas y El Morredero. Y en esto
El Pajariel quedó atrapado y bordeado de brumas y nubes henchidas del agua
presta a desbordarse en una nueva sesión de aguacero
Atardecer
de grises acerados y plomizos con ventoleras y vendavales, tal cual, de días de
invierno medianero, quebrantadores de espíritus, donde las tristezas y
ramalazos melancólicos visten las horas del día desde el alba hasta el
atardecer. Arribadas con descargas de chaparrones, haciendo pasar las horas sin
pausa, llevando consigo las veleidades humanas suspendidas en el aire de la
Olla Verciana.
Y me
diréis como “Verciana” con “V” y no con “B”. Muy claro: Si, porque de antaño,
el vulgo así lo escribía y no ha habido regla que diga que haya de ser escrito
con “B”, sino por el capricho de alguno que quiso quedar enmarcado por y para
la Historia, “por ser quien cambió en la costumbre una “V” por una “B”. Escrito
que he argüido y explicado. Sentencia que admití por Regla y sin embargo no hay
tal fundamento, más que en mi poder han llegado escritos del Siglo XX donde
“Bierzo” era “Vierzo”. Escritos oficiales que eruditos e investigadores
lingüísticos de esta nuestra tierra me han venido a mostrar copias documentales
donde lo referente a “Bierzo” era “Vierzo” desde 1.645 y antes.
Salvando
este alto en mi hilo y retomando este ejercicio de escribidor, os contaré de
mis aventuras y desvelos por estos lares ponferradinos, al amparo del Hospital
de La Reina desde su galería orientada a los Aquilianos. Ese Otero, coronado
por Santa María de Vizbayo, en estas horas de la noche, tachonado su camino de
arribada, con luces de farolas que muestran la elevación del relieve hasta
llegar al supuesto lugar del asentamiento de la referida iglesia.
Al alba
vemos tierras de viñedos con deslindes de paredes de cantería, que en casos
vienen a crear dibujos geométricos sobre las faldas del Pajariel, hacia San
Lorenzo y su alto deslindando el encajonamiento del Oza, dejando escondidos del
otro lado del monte, pueblos con solera y raigambre como: Rimor, Valdecañada y
San Esteban de Valdueza
Ponferrada,
6 de marzo de 2019
No hay comentarios:
Publicar un comentario