J. Falagán: Miradas y Visiones desde Laciana

Después de veintiseis años y medio, sin poner una funda, casco y lámpara para entrar al pozo o a la mina, he visto durante todos estos años como compañeros, amigos y vecinos quemaban y perdían su salud en los tajos en el día a día. Muchos, ...más de los debidos, han sido los que entregaron su existencia por razón de un costero o de un vagón contra un hastial. Ahora, no tañen las campanas a muerto de un obrero en la mina, tañen sordas y amargas con tañidos de muerte por comarcas y gentes que de no cambiar esto quedarán sin puestos de trabajo, sin niños en los pueblos y sin vidas en las calles de las comarcas donde otrora eran bullicios, vida y alegría. Mientras entre Políticos, Patronos del Carbón, Empresas Eléctricas y Empresas del Gas, están creando un mondongo que el embutido que de ello salga, precisamente, no va a resultar de mucho agrado, mas va a parecer una "morcilla perrera". Su veneno nos va a emponzoñar de tal manera que las maletas que dormían en muchas buhardillas van a tener que desempolvarse para, tal vez, iniciar el viaje de vuelta a algún punto desconocido en la existencia de muchos hijos de estas tierras mineras.