Estamos en un incipiente mirar de un nuevo Status. Un nuevo Quo Vadis? Hoy no son romanos
los conquistadores y colonizadores. La dubitativa colonización se vislumbra en
una descompensación política y económica.
El pulso define la dinamizadora colonización de las
Potencias. Desequilibrio, fuerza, tensión en lo social, político, económico. Un
mundo, el del Viejo Continente, donde su puzle geográfico puede volver a
alterarse y crear un nuevo reparto histórico, social, económico.
Los elementos economicistas del libre cambio están en un plano de
juego dinamizado por vectores de índole diversa, e inclusive, mimetizados por
factores que el paisanaje no es capaz de definir.
Rusia, China, Europa, Estados Unidos, catalizadores
económicos, políticos y sociales, barajando una serie de factores vinculantes
entre Guerra y Diplomacia. Ejercicio Económico y Social en un impás de débil
equilibrio. Un equilibrio de funambulistas sin red, sobre un vacío de
negociaciones poco plausibles, donde descredito y desconfianza priman. Es la
mesa de negociación sobre la que Unos y Otros quieren hacer ver a una Sociedad
desmarcada de la confianza de otros tiempos.
Hoy, toda esta situación, crispa a una Sociedad que
en otro tiempo se había apoyado en una confianza definida como el Estado del
Bienestar. Un Estado que se está volatilizando y a la vez sus estructuras se
desmoronan como un montaje de naipes. Una fotografía plasmada en muerte, dolor,
invasión bélica, de un país a caballo entre la Europa y la Rusia, hace que se
tambaleen todas las columnas de lo que fue llamado Mundo Desarrollado.
Una esperpéntica imagen de negociaciones diplomáticas:
Un ida y vuelta de una partida de tenis de mesa, donde civiles, entre ellos,
ancianos, mujeres y niños están jugando un tétrico papel de héroes en su huida
hacia países de La Europa Occidental. En la que las Libertades y Derechos
Humanos han desaparecido de un plumazo, extirpado por los Invasores para que
todo ello quede en una “mentira” del conquistado. Como por el Invadido para
silenciar y no dar fuerza a los Invasores.
Hoy, mientras, la Europa, la vieja e histórica
Europa que desde la II Guerra Mundial se había rejuvenecido y creado un
desarrollo económico y social está viendo como después de la crisis de dosmil
ocho, reaparece un nuevo estadio de crisis económica que junto a la pandemia
existente del Sarchs 2 – Covi 19, está haciendo que la Vieja Europa comience
otra sesión de Crisis, cada vez más, a riesgo de otra nueva desestabilización.
Una nueva situación de Paro, Inflación, caída de las
Bolsas y con la frágil estabilidad económica y social que ello está creando, se
añade esa situación violenta que se vive en Ucrania que hace salir a su
población más frágil a la búsqueda de posibles rincones de “comodidad y
tranquilidad”. El inicio de un nuevo período de migraciones, de asentamientos
de refugiados y personas que han dejado en su huida todo aquel bienestar en el
que habían soportado su existir en su propia tierra.
Lamentos silenciosos, son el reflejo en sus rostros
de todo ese despropósito que en muy pocas fechas han acrecentado en su tempo
breve de invasión y huida. Otros, muchos, sus lágrimas y voces entrecortadas
ante cámaras y micrófonos dan la imagen dramática del dolor y la desesperación
por quienes separados de ellos han quedado para “hacer frente” al invasor.
Entonaciones dolosas y amargas, de
expresiones fugaces, nos hacen comprobar y ver la amargura del “efecto” de una
guerra, que la mayoría de nuestra generación no ha sentido, ni conocido en sus
carnes.